El conjunto de radiotelescopios de ALMA (Atacama Large Millimete-submillimeter Array) tiene un gran potencial para observar el universo como nunca antes. Es algo que todos sabemos. Ante las grandes expectativas, decidieron apuntar el conjunto ALMA a una estrela en concreto: HL Tauri, una joven estrella rodeada de un disco de polvo situada a 450 años luz en dirección a la constelación de Tauro.
¿Qué resultados obtuvieron? Os adelanto que superó todas las expectativas. La imagen resultante de los datos obtenidos mostró el disco de material sobrante tras el nacimiento de la estrella mostrando unos detalles de gran calidad en forma de anillos concéntricos.
Imagen 1: Representación artística de una joven estrella y su disco protoplanetario. Créditos: ESO/L. Calçada.
¿Demasiado joven?
"Lo que hemos observado es, casi con total seguridad, el resultado de la formación de cuerpos planetarios jóvenes en el disco. Esto resulta sorprendente, ya que no se espera que estrellas jóvenes de este tipo tengan grandes cuerpos planetarios capaces de producir las estructuras que vemos en las imágenes", explica Stuartt Corder, subdirector de ALMA.
Imagen 2: Aspecto real del disco protoplanetario de HL Tauri. Créditos: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO).
Imagen 3: A ojos del Hubble se muestra de esta forma la joven estrella HL Tauri. Créditos: ESA/Hubble and NASA. Agradecimientos: Judy Schmid.
"Cuando vimos por primera vez esta imagen, nos quedamos asombrados por el espectacular nivel de detalle. HL Tauri no tiene más de un millón de años, y sin embargo su disco ya parece estar lleno de planetas en formación. Esa imagen sola va a revolucionar las teorías de formación planetaria", afirma Catherine Vlahakis, subdirectora del programa científico de ALMA.
Estrellas como estas nacen en nubes de gas y polvo que, tras colapsar y dar paso a la estrella, el disco restante, llamado protoplanetario, está formado por los residuos de la formación estelar y de ahí se forman los planetas. Lo que no se esperaba era el alto grado de desarrollo encontrado en el disco. Los granos de polvo que forman el disco se pegan, crecen y forman los planetesimales que posteriormente formarán los planetas, asteroides y demás cuerpos de un sistema solar. Los mayores cuerpos barren la zona del disco por la que circulan creando las divisiones entre anillos que se aprecian en la imagen.
Imagen 4: Amplio campo de la zona donde se encuentra la estrella HL Tauri. Créditos: ESO/Digitized Sky Survey 2.
Una nueva era
Este disco ayudará a comprender cómo se formó nuestro propio planeta. Pero de momento, podemos ver reflejado en HL Tauri como era nuestro sistema solar en su etapa más joven, hace 4.600 millones de años. "La mayoría de lo que sabemos hoy en día sobre la formación de planetas se basa en la teoría. Hasta ahora imágenes con este nivel de detalle solo eran posibles gracias a simulaciones de ordenador o ilustraciones. Esta imagen de alta resolución de HL Tauri demuestra lo que puede lograr ALMA cuando opera en su configuración más grande", afirma Tim de Zeeuw, director general de ESO.
Para terminar, me quedo con las palabras que concluyó de Zeeuw:
"Se ha iniciado una nueva era en la exploración del universo".
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