Con sus baterías agotadas y sin la suficiente luz para recargarlas, Phillae ha entrado en "idle mode" en lo que previsiblemente será un largo silencio. En este modo, todos los instrumentos y demás sistemas a bordo se han apagado. Pero tranquilos porque "antes de apagarse, el módulo transmitió todos los datos científicos recogidos en la First Science Sequence", afirma Stephan Ulamec, Lander Manager de la misión. "Philae ha trabajado de un modo magnífico en condiciones difíciles y podemos estar muy orgullosos del increíble éxito científico que Philae ha logrado", añade Ulamec en unas frases que suenan a despedida.
A partir de ahora ningún contacto será posible con la sonda a menos que el sol recargue sus baterías secundarias. Los últimos contactos con Philae se produjeron a las 01:36 (hora peninsular española) de hoy 15 de noviembre, momentos antes de lo que hubiera sido una pérdida de contacto controlada al posicionarse Rosetta por debajo del horizonte del cometa.
El equipo de Philae momentos antes de que se perdiera el contacto con el módulo. Créditos: Steven Young/Astronomy Now.
Las posibilidades de que el sol recargue las baterías son ahora sensiblemente mayores que en el momento del tercer aterrizaje de Philae ya que ayer los controladores de la misión dieron órdenes a Philae de girar el cuerpo principal del módulo para reorientar los paneles, lo que puede haber supuesto que ahora reciban mayor cantidad de luz.
La siguente ventana de comunicación de Rosetta con Philae se abre ahora a las 11:00 (hora peninsular española), y sin duda el orbitador permanecerá en escucha aunque no se espera recibir señal alguna por parte del módulo. Pero queda cometa para rato ya que Rosetta seguirá rastreando y estudiando el 67P/Churyumov-Gerasimenko en su viaje hacia el sol y todavía nos aguarda muchas sorpresas.
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