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28 de febrero de 2012

La selva cuántica

"- ¿Viene usted?

- ¿A dónde?

- A ver los elefantes y los demás animales de la selva cuántica."
Así comienza el relato "Más incertidumbre" dentro del libro El país de las maravillas, de George Gamow. En este relato, los protagonistas -el Sr. Tompkins y el profesor- junto al Sr. Richard salen de caza a una selva donde las leyes cuánticas tienen una constante más elevada de lo normal. En el equipaje: rifles y unas balas hechas de plomo extraído de unas minas próximas a la selva cuántica.

Entrando en la selva

Para moverse por la selva adquieren un elefante cuántico. Pero el Sr. Tompkins no apreciaba ninguna diferencia entre ese elefante y los que él estaba acostumbrado a ver. El profesor se lo explicó:
"Toda incertidumbre en la posición o en la velocidad depende de la masa: cuanto mayor es ésta, menor resulta la incertidumbre. Las leyes cuánticas no se han observado en el mundo ordinario pero se tornan importantísimas en los electrones, que son billones de veces más ligeros que un grano de polvo."
Pero en la selva cuántica, estos efectos serán visibles en objetos tan grandes y pesados como nuestro elefante.

El ataque del tigre

Ya en la selva, mientras el profesor le explicaba al Sr. Tompkins el porqué de las incertidumbres cuánticas, los rugidos de una manada de tigres asustaron a los aventureros. Los felinos corrieron hacia el elefante para atacarlos. En esto, el Sr. Richard, con una puntería asombrosa puso una bala en plena cabeza de uno de los tigres: la bala le atravesó la cabeza pero no le hizo ningún daño.
"¡Siga disparando! ¡Reparta el fuego alrededor!"
Ésa fue la orden del profesor. El tigre tan sólo era uno, pero debido a su velocidad estaba muy disperso alrededor del elefante en forma de cientos de tigres.

Disparando más balas cuánticas se aumenta la probabilidad de interacción entre la bala y el cuerpo del tigre. En el mundo cuántico es imposible contar con dar en el blanco. Como la bala se dispersa, se alcanza cierta probabilidad finita de acertar. 

Finalmente una bala alcanzó al felino, perdió velocidad y los tigres se fueron convirtiendo gradualmente en sólo uno.

Pues bien, estas historias resultan muy interesantes, didácticas y divulgativas para aprender un poco más sobre la mecánica cuántica. Sin duda, muy recomendable.

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