¡Eclipse a la vista! Durante la madrugada del domingo 27 al lunes 28 podremos apreciar desde toda la península este fenómeno, además contamos con el aliciente de que la Luna se encontrará muy próxima al punto conocido como perigeo, esto es, el punto de la órbita lunar más proximo a la Tierra. Por lo tanto, el tamaño aparente de nuestro satélite será ligeramente mayor al de una Luna llena normal, pudiendo considerar esto como un eclipse de súper-Luna.
Imagen 1: La Luna durante un eclipse. Créditos: Jens Hackman.
¿Cuándo?
La tabla de contactos para seguir el eclipse y no perderse ninguna de las fases, es esta (en horario peninsular español):
- Primer contacto con la penumbra: 02:12- Primer contacto con la umbra: 03:07- Inicio de la totalidad: 04:11- Máximo del eclipse: 04:48- Fin de la totalidad: 05:23- Último contacto con la umbra: 06:27- Último contacto con la penumbra: 07:22
Imagen 2: Créditos: Fred Espenak.
¿Por qué suceden los eclipses?
Todos los eclipses de Luna se producen en fase de llena ya que la alineación debe ser Sol-Tierra-Luna. Pero no hay eclipses en cada Luna llena y esto es debido a que la órbita de nuestro satélite está ligeramente inclinada con respecto al plano que contiene la órbita de nuestro planeta alrededor del Sol, llamado plano de la eclíptica.
Imagen 3: Créditos: universe2go.
Por lo tanto, un eclipse de Luna sucede cuando la Luna llena ocurre en el punto en el que la órbita lunar corta el plano de la eclíptica, tal y como sucederá en la madrugada del próximo lunes.
Luna roja
Podremos apreciar cómo la Luna se va oscureciendo sustancialmente a medida que va entrando en el cono de sombra producido por la Tierra. Sin embargo, en la totalidad no veremos una Luna ausente, sino que la apreciaremos de un color denominado "rojo mortecino".
Imagen 4: Composición de las fases de un eclipse total de Luna. Créditos: Enzo de Bernardini.
La Luna adquiere este característico color porque, pese a estar oculta por la sombra de la Tierra, recibe una pequeña cantidad de luz solar refractada por la atmósfera de nuestro planeta, y al igual que sucede en los atardeceres, esa luz adquiere un tono rojizo que al verse reflejado en la Luna, apreciamos esa tonalidad característica de los eclipses.
Así que, aficionados a la astronomía, a la fotografía o a la naturaleza, no os perdáis este eclipse porque no podremos disfrutar de otro hasta febrero de 2017!
Si te gustan los eclipses, ¡no te olvides de votarme para los Premios Bitácoras 2015!
Referencias:
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