La estrella Vega fotografiada a través de un telescopio. Créditos: A. Pérez Verde / TR-CAB Calar Alto. |
Comienza el verano y con él llegan noches cálidas y despejadas para poder observar el cielo hasta la madrugada. En esta época del año me gusta levantar la cabeza para ver uno de los asterismos más famosos: el Triángulo de Verano.
Formado por Vega (α Lyr), Altair (α Aql) y Deneb (α Cyg), este triángulo de grandes dimensiones se sitúa en el cénit de la bóveda celeste durante la mayor parte de las noches estivales. Pero lo de su forma es mera cuestión de perspectiva ya que estas estrellas no se encuentran equidistantes a nosotros. Por ejemplo, Vega se encuentra a 25 años luz frente a los 17 de Altair; Deneb, sin embargo, es la más alejada de las tres, situada a 3230 años luz.
Vega
De un color blanco-azulado, es la estrella más brillante de la constelación de la Lira (Lyrae). Mitológicamente, este instrumento musical era tocado por Orfeo, uno de los argonautas que llevaba Jasón. Se decía que hasta los animales se detenían para oírle tocar. En esta constelación tenemos la nebulosa planetaria M57, una de las más impresionantes del cielo.
Altair
Esta estrella, la más brillante de la constelación del Águila (Aquilae), es una estrella muy joven y de un color muy blanco. Mitológicamente representa el águila que mandó Zeus para traer a Ganímedes al Monte Olimpo. En esta constelación también podemos encontrar la nebulosa planetaria NGC 6751, de aspecto filamentoso y colores anaranjados.
Deneb
Se encuentra en la constelación del Cisne (Cygnus) y representa la cola de este ave. De esta estrella destaca su brillo, equivalente a 54000 soles (70000 según algunas fuentes). Esta constelación en la mitología representa el cisne en el que se transformó Zeus para seducir a Leda, pero también se cree que puede ser el ave en el que se transformó Orfeo y así poder volar junto a su Lira. En esta constelación destaca la nebulosa NGC 7000, conocida como Nebulosa de Norteamérica por su curiosa forma.
Dentro de este triángulo podemos encontrar una estrella perteneciente a la constelación Cisne que, aunque débil a simple vista, es para mí la estrella más espectacular del cielo, se llama Albireo y a través de un telescopio se descubre como una estrella binaria. Su espectacularidad reside en sus colores: la estrella principal de un tono amarillo anaranjado mientras que la secundaria se muestra con un color verde-azulado. Si tenéis la oportunidad de verla, os la recomiendo. Os gustará.
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